Generación Gilipollas

¿Tienes entre 30 y 50 años? ¿Estudiaste EGB, BUP y alguna carrera? ¿Has estado en al menos 3 de los 5 continentes? ¿Tienes un buen trabajo? Querido amigo, muy probablemente y aunque quizás no lo sepas (o lo sepas en lo más profundo pero no te guste asumirlo) eres un gilipollas. No luches contra los molinos de viento, no te defiendas como gato panza arriba, asúmelo. Éste es tu blog, bienvenido al club.

jueves, 15 de marzo de 2012

Catando

Las semana pasada, un amigo mío fue a una cata de aguas. Igualmente lo quiero, hay que estar a las duras y a las maduras.
UNA CATA DE AGUAS. Existen, éste es ya un inidicio. Hay gente que se apunta, paga, va, atiende y asiente, convencido de que realmente distingue entre un agua y la otra, siguiendo las explicaciones del notas que lleva la cata. Ésta es la confirmación.
Juan Carlos, por favor, ¿Qué edad tenían los de la cata? Entre 30 y cuarenta y largos. ¿Universitarios? Universitario el que menos, MBA la mayoría. ¿Parados? Qué coño, con trabajos de pasta.
Ergo...
Aprovecharé este post para presentarles a Antonio. Fue compañero mío de facultad. Becado, outsider, La Verneda. Se pagaba los gastos comprando nosequé en su barrio, que tampoco viene a cuento aquí entrar en detalles, y vendiéndolo al doble a los pijos de la facultad jueves y viernes mañana. Éste acabó y se puso a trabajar en producción en la empresa donde trabajaba su padre. Es de la resistencia, no está agilipollado. Violento, putero, drogota,... puede, pero no gilipollas.
Antonio lleva un tiempo con un proyecto entre manos. DESAPOLLARDAMIENTO DE MI GENERACIÓN. Así llama a su proyecto. Como su nombre indica, se basa en que según él su generación está APOLLARDADA. El proyecto incluiría múltiples actividades de corrección del apollardamiento. La violencia, no extrema, la considera una herramienta útil, la más útil, infinitamente más útil que las explicaciones, la teoría o el poder de convicción de la palabra. Y hace tiempo que tiene el tema CATAS entre sus objetivos. No catas de agua únicamente (de hecho no creo que sepa que existen, si se enteraran es probable que se fuera con un lanzallamas a la sesión vestido de Rambo y desalojara el salón a llamarazo limpio), más bien catas de vino, aunque también de chocolate, de quesos, de aceites de oliva...
La base de la actividad sería la siguiente: si estás cenando con un amigo y este hace un comentario sobre el vino que vaya más allá de está de putamadre o similar se somete al amigo a un test immediato. Y si el amigo no pasa el test se le da de hostias, nada de explicaciones o de ponerlo en evidencia frente a su contradicción. No. Hostias directamente. Las únicas palabras aceptadas para acompañar las hostias son los insultos.
Su idea es la siguiente: - ¿Quién prueba el vino? - Yo, gracias - ¿OK? - OK, puede servir. Esto no le hace ni la más mínima gracias, pero lo acepta, forma parte del juego.
Si la persona que está con él, una vez servido el vino, hace algún comentario del tipo: - Éste está bien, pero el del 2003 era incluso superior. - És un rioja clásico, le sale la madera por todas partes - Es un Ribera pero tiene el cuerpo de un Somontano, eso sí, sin hacerse pesado. - Para ser un Priorat tan económico (55 Euros), ya representa más que dignamente la zona; se llama inmediatamente al camarero. ¿Tiene vasos de esos rojos de puticlub? ¿Me pone una copa del tinto de la casa en uno y del blanco de la casa en el otro? Gracias.
Se le da a probar blanco y tinto al amigo, y tiene que distinguirlos. Si no lo hace, a hostia limpia con él.
De momento, todos se han llevado sus hostias antiapollardamiento. Y ya no son tan alegres emitiendo juicios de cata por aquí y por allá.